domingo, 11 de janeiro de 2015

La vida, el sueño.






No es un juego, no hay un ganador o perdedores. No sólo se es recordado y olvidado. Aquí no se mide la altura de sufrimiento, no pesa lo que usted ha perdido o va ganando. Soñar es gratis, pero las decepciones se pagan. Aquí los lobos son criaturas de cuentos infantiles ... y los animales andan sueltos ... monstruos que caminan dentro de nosotros.

Las puertas no se abren como en supermercados o se cierran como en los cementerios. Aquí el equilibrio no es sólo números, pero los números te pueden traer la felicidad. El tiempo no se mide con hechos. Esto no es un juego, es sólo una mano de poker que se tiene que jugar ... Con buenas o malas cartas, la verdad es que estamos todos en la misma mesa y las apuestas tienen que hacerse.


¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son. Pedro Calderón de la Barca


Sara Mota Fevereiro

Je suis Charlie




El buen periodista tiene en común con el filósofo que busca la verdad, y que comprende que esa verdad debe ser contada. Sin periodismo no hay conocimiento de lo que sucede, y sin conocimiento no hay libertad. El periodista debe comprender que él solo es un personaje ausente, él es la voz, no el mensaje. Porque un día se descubrió inmerso en mil preguntas y se convirtió en filósofo, buscó la Verdad y cuando la encontró la escribió sobre un papel en el que su firma era lo menos importante, porque lo único y lo que de verdad deseaba era que ese papel llegara a alguien más. Esa es la función primordial del periodismo.

No se puede matar a Charlie Hebdo. No se puede matar esa revista llena de coraje. Muchos poderosos han intentado censurarla pero no lo han conseguido y jamas lo conseguirán porque hay cosas que no se pueden aniquilar.

Lo que si se puede matar es la libertad de expresión, pero también se puede reforzarla. Fue lo que sucedió: Millares de personas se manifestaron en Francia e internacionalmente defendiendo la libertad de expresión como un bien común e indispensable de nuestros días.
Se puede decir que la culpa ha sido de los periodistas de Charlie Hebdo? Si, se puede. Se puede por que hay libertad de expresión y eso un derecho de todos. Ser estúpido también es un derecho.

Je suis Charlie Hebdo.

Sara Mota Fevereiro




sábado, 3 de janeiro de 2015

Lunes al Sol, un film perteneciente al postclásico

El film Lunes al Sol de Fernando León de Aranoa

se puede integrar en el cine de temática realista o social. Este género de cine se caracteriza por la producción independiente o de autor, de bajo presupuesto o involucrado con alguna causa en particular: En el film en cuestión se relata la tragedia del paro tras el cierre de una fábrica. La consideramos una película perteneciente al cine postclásico, sin vestigios del relato clásico, alejándose de cierta manera del neorrealismo. El neorrealismo, a pesar de haber hecho una ruptura con el relato clásico con autores como Fellini, presentaba en sus inicios trazos no postclásicos, pretendiendo “hacer creer” al espectador que no existe un mecanismo fílmico previo que ordene los materiales de la realidad, sino que eso que el espectador ve es la realidad plasmada sin artificios. Al contrario del neorrealismo, donde el autor borra cualquier señal de enunciación fílmica, en el cine postclásico esas marcas no solo existen sino que también se inscriben en la propia película. Hoy en día, los directores de películas de temática realista construyen sus relatos con plena conciencia de que son ficciones, invenciones, y no les importa reconocerlo. No por eso su cine es menos real. Como dice André Bazin: “Respetar lo real no significa acumular las apariencias, sino, por el contrario, despojarlas de todo lo que no es esencial, llegar a la totalidad por la simplicidad” (Patrice G. Hovald, 1962:289).


Esta película se pueden integrar en la gran cartelera de películas que forman parte del cine postclásico europeo, que se caracterizan por rechazar los relatos simbólicos hollywoodianos, adoptando estructuras narrativas inestables e indeterminadas. A la vez que se produce ese repudio por el relato clásico hay también un protagonismo dominador del acto de escritura. Esto quiere decir que la presencia de la cámara se enuncia y la presencia del punto de vista del autor emerge. Concluimos con esta última afirmación que el cine puramente realista y objetivo no existe dado que hay una realidad por cada mirada, por cada cineasta: cuando un cineasta representa la realidad con su cámara ya la está transformando, ya que el simple hecho de mirar termina condicionando la realidad. La película presenta una incertidumbre del acto narrativo, donde es evidente la ausencia de sentido: “Ante la incertidumbre del acto narrativo, es decir, también ante la evidencia de su vaciado del sentido, el acto de escritura terminaba por emerger como el único acto posible” (González Requena, 2007:578). La tarea del héroe no está definida y, además de eso, no podemos afirmar que existe un héroe singular, pero sí un héroe colectivo representado por los trabajadores de la fábrica que se encuentran en el desempleo. En otras palabras, el héroe pierde su dimensión y se aleja claramente del héroe típico del relato clásico de Hollywood. En la película, los personajes están inspirados en los protestantes de las revueltas gallegas de Vigo, debido a que muchas empresas despidieron a un número elevado de trabajadores y, en especial, los astilleros, que formaban parte del drama “Naval de Gijón”. En ambos hechos, los protestantes actúan en colectividad y no individualmente, que es exactamente lo mismo que ocurre en la película: no existe un héroe individual pero si un héroe colectivo.


Podemos también considerarla como una película coral, dado qué no hay un protagonista en concreto, pero sí varios personajes que tienen sus pequeñas historias y momentos por separado, aunque se encuentren conectados por un motivo de fuerza mayor: el paro; paro que resultó de los despidos del astillero donde trabajaban y que determinó sus vidas desde entonces.

Sara Mota Fevereiro 

Goya en Madrid - Crónica

El Museo del Prado acoge la exposición Goya en Madrid que simboliza un acercamiento a los cartones para tapices realizados por el artista. Los cartones dibujados por Francisco Goya tenían como fin ultimo ser utilizados para realizar los tapices que irían adornar las paredes de la realeza. Familia, trabajo y sustento hicieron con que su vida se pasase entre la Corte, que retrató con maestría, y el pueblo madrileño que también fue bien representado en las obras del artista, donde se notaba claramente su vinculación con los costumbres, padecimientos, fiestas, romerías y otras tradiciones típicas de la ciudad capitalina.Es del conocimiento común que el artista aragonés frecuentaba las instalaciones de la familia real española, durante su presencia en la capital madrileña, en la cual paso cerca de media vida con su familia y sus pinceles. La selección que presenta el Prado se inauguró el mes de noviembre del pasado año y desea mostrar los cartones de tapices de Goya, aprovechando la libertad que proporciona una exposición temporal, de un modo distinto que no busca sólo la organización cronológica o la estricta recreación del orden de las obras en las salas de los Sitios Reales para las que fueron pensadas en origen. 

Se han definido varios temas principales que vertebran la exposición y que comienzan con los asuntos de caza, que fueron el primer conjunto en el que trabajó el artista y para el que seguramente se le llamó a Madrid como colaborador en un magno proyecto que exigía el apoyo de numerosos artistas. Las obras de Goya se comparan y enfrentan a las de otros artistas, contemporáneos y del pasado, para revelar sus conexiones con la tradición, su inspiración en el mundo clásico, fundamental en la segunda mitad del siglo XVIII, y sus variadas fuentes contemporáneas. “Yo no he tenido otros maestros que la Naturaleza, Velázquez y Rembrandt” , afirma Goya

 Por entre los pasillos del Museo se pueden observar obras del artista que retratan varios temas predominantes de la época: Las clases sociales, que los reyes de la Ilustración pretendieron unir como ideal de una sociedad nueva aparecen en otra de las áreas expositivas, el mundo infantil, el baile y la música, o la crítica de asuntos contemporáneos, como el matrimonio desigual, criticado asimismo por la literatura del tiempo, muestran tanto el mundo de su tiempo como los intereses de Goya, situación reflejada en la obra “Boda”. Los cartones de tapices se convirtieron para el artista en campo de experimentación de su pensamiento, que surge con fuerza con su lirismo o su sentido del humor, con su libertad crítica y con el voluntario carácter universal que supo imprimir desde el principio a sus escenas. 

 La exposición se puede visitar hasta el día 3 de Mayo del presente año. 
Sara Mota Fevereiro

segunda-feira, 15 de dezembro de 2014

Crónica de un viaje a Mozambique

El mundo, en su inmensidad, es sí mismo una carretera que la mayoría de nosotros desea recorrer. Como amante de los viajes, decidí aventurarme a conocer el continente
Africano. Partí en un viaje de treinta y un días. Primer paraje: Mozambique. El principal motivo, el hecho del idioma ser el mismo que el mío (portugués) y también por tener conocidos viviendo en ese país Africano: Esos factores, para quien viaja sola como yo, son fundamentales a la hora de decidir el destino. Me acuerdo el primer día en el cual salí sola a la calle. Temperatura, sonidos, olores, colores…Todo se mezclaba en mis sentidos, penetrándome los ojos, los oídos, la nariz con una intensidad tan fuerte y acelerada que aún hoy me cuesta describirlo.

Digamos que ya he estado por bastantes países, pero nunca había sentido el shock de sensaciones que sentí ese día en la capital de Mozambique. Maputo es una ciudad en ruinas, donde los edificios que
existen aún son de la época de los colonizadores portugueses. Ciudad repleta de vestigios del Viejo Mundo Europeo, repleta de destrozos: Edificios cayendo, aceras destrozadas. Pisar el suelo es casi una maniobra de riesgo, donde al mínimo descuido te puedes jugar tu integridad física. Pero, por entre todos eses destrozos, aparecen nuevos edificios que florecen como las plantas en primavera. El “nuevo” que intenta implantarse, la mistura de épocas, de clases sociales tan desequilibradas como no había visto nunca: un banco al lado de una casa de tierra, un buen restaurante al lado de los nativos que venden comida en la calle, un centro comercial que emerge por entre los destrozos de algo que un día habrá sido nuevo y bonito, pero que se quedó ahí, pudriéndose. Todo debido al gran investimento extranjero, que no solo está experimentando Mozambique, como también otros países africanos.
En África no existe el tiempo. Por lo menos no existe el tiempo tal como nosotros lo concebimos. No hay horarios, no importa no tener trabajo, no importa faltar a tus obligaciones. Solo se piensa en el presente y en satisfacer el deseo o necesidad inmediata. No existen planes de vida complejos.

Durante mi permanencia en Maputo tuve la oportunidad de hacer voluntariado en una institución portuguesa, designada Casa do Gaiato, gestionada también por un padre portugués. Me acuerdo que el padre José María nos contaba a los voluntarios que la aldea donde estaba el orfanato, la aldea de Masaca, a cerca de cuarenta kilómetros de la capital de Mozambique, había sido construida casi en su totalidad por él: Les enseñó a cultivar con poca agua y les construyó su primera casa de cemento. Un hombre que siempre ha creído en la igualdad entre europeos y africanos, moviéndose según el lema: Si yo puede hacerlo, ellos también lo harán. Poca gente hay así en Mozambique. La mayoría de los europeos que viven en Maputo, principalmente portugueses, siguen manteniendo las costumbres del espirito colonialista: Todos tienen empleados negros, un guarda a la puerta de casa, entre otras costumbres que sería impensable que las tuviesen en sus países de origen. No hay empleados blancos, porque según las “leyes morales” de la sociedad Mozambicana, los blancos están hechos para mandar.

Partí con el objetivo de buscar afinidades y multiplicidades entre pueblos, aprender  de sus culturas, creencias y esperanzas, de sus singularidades. Un país en desarrollo acelerado, cambiando todos los meses, todas las semanas, todos los días. Paisajes espectaculares, playas paradisiacas, marisco barato y buen tiempo todo el año. Extrema simpatía por la parte de los nativos, aunque lo más espectacular de todo es el hecho de haber podido experimentar algo tan diferente, en todos los sentidos, de lo que uno está acostumbrado. Esto es Mozambique. El conocimiento puede estar en los libros, pero existen cosas que hay que sentir para saber exactamente lo que son y África no se limita a lo que está escrito en los libros. Sobre todo se ha quedado en mí un extraño deseo de volver a pisar esa tierra roja. 

domingo, 14 de dezembro de 2014

"Lisboa menina e moça"


Em cada esquina te vais 
Em cada esquina te vejo 
Esta é a cidade que tem 
Teu nome escrito no cais 
A cidade onde desenho 
Teu rosto com sol e Tejo 

Caravelas te levaram 
Caravelas te perderam 
Esta é a cidade onde chegas 
Nas manhãs de tua ausência 
Tão perto de mim tão longe 
Tão fora de seres presente 

Esta e a cidade onde estás 
Como quem não volta mais 
Tão dentro de mim tão que 
Nunca ninguém por ninguém 
Em cada dia regressas 
Em cada dia te vais 

Em cada rua me foges 
Em cada rua te vejo 
Tão doente da viagem 
Teu rosto de sol e Tejo 
Esta é a cidade onde moras 
Como quem está de passagem 

Às vezes pergunto se 
Às vezes pergunto quem 
Esta é a cidade onde estás 
Com quem nunca mais vem 
Tão longe de mim tão perto .Ninguém assim por ninguém .         Poema de Manuel Alegre

Reencuentros en el aeropuerto


Fotografias de la autoria de Sara Mota Fevereiro
Aeropuerto de Lisboa